La Fábrica de Pereruela
Afelio Garrote y Eladia Rivera son los verdaderos
protagonistas de esta historia,
protagonistas de la evolución de la alfarería de Pereruela y fundadores
de “ALFARERÍA LA FÁBRICA”
Afelio, mi padre, es un hombre inteligente,
tranquilo, que irradia paz y serenidad, siempre lleno de proyectos y de
ilusiones. Eladia mi madre, es su complemento ideal, llena de vitalidad, “no
para nunca”, está en todas partes, inquieta e impulsiva y siempre con una
sonrisa.
Los dos Afelio y Eladia, siempre trabajando, siempre
con ilusión, un equipo perfecto que emprendió varios negocios, siempre con
éxito, a lo largo de su vida y que en 1987,
decidieron crear una Alfarería en Pereruela.
Cuando mis padres fundaron LA FÁBRICA, apenas
quedaban tres familias que se dedicaban al trabajo alfarero.
La alfarería siempre ha estado presente en el
municipio de Pereruela gracias a las propiedades de sus barros rojo y blanco.
Con una relevancia histórica por su actividad
alfarera, aparece el nombre de Pereruela en numerosos documentos, destacando
por antigüedad el fechado en 1410, que refleja un convenio entre el Cabildo
Catedralicio y el Concejo de la localidad sobre extracción del barro.
En el Diccionario Geográfico-Estadístico-Histórico
de España de Madoz de 1850 se señala sobre Pereruela que es una “Alfarería a la
que se dedican todos los vecinos; " que
el barro para la fabricación es de tal calidad que se endurece cuanto más se
tiene en el fuego; y que por ello, son sumamente apreciadas sus vasijas”.
La fama de las cazuelas, pucheros, hornos y demás
artículos que se elaboran en Pereruela, perduró en el tiempo, pero no así las
personas que se dedicaban a dicha actividad, en 1987, cuando mis padres
emprendieron ésta aventura, apenas quedaban alfareras en la localidad.
Al límite de la desaparición de ésta actividad,
contrataron a dos trabajadoras que sabían el oficio junto con otras para que
aprendiesen. Y así surgió ALFARERIA LA FABRICA. El nombre recuerda aquella
expresión de los lugareños al encontrarse con nuestras trabajadoras las que al
ser preguntadas por donde iban, éstas contestaban “A la Fábrica”, y así es como
la expresión popular dio nombre a ALFARERIA LA FABRICA.
Las innovaciones realizadas en éstos años han
sido importantísimas:
En primer lugar, no solo se ha conseguido la
pervivencia de una tradición, sino que también se ha incrementado el número de
personas que trabajan en la alfarería.
En segundo lugar : Se ha mejorado la forma
de elaboración , con anterioridad a 1987, los tornos para moldear el barro
eran de madera y las mujeres trabajaban de rodillas sobre la rueda. En nuestro
taller mi padre creó los primeros tornos
de hierro , con altura suficiente para que se puedan realizar las piezas
estando sentadas.
En quinto lugar: También se han producido
innovaciones en las piezas que se elaboran, antes no existían ni los platos de
chuletón, ni los asadores rectangulares, nadie los había realizado, pero
nosotros creímos que conservando en esencia la tradición de fabricar piezas de
cocina especialmente destinadas al fuego, se podían realizar otros productos, y
el tiempo nos ha dado la razón, pues hoy son dos de las piezas más demandadas.
Sobre la rueda se coloca la maya (un
anillo de barro), sobre la maya se pone la lusia , y es encima de la
lusia donde hacemos las cazuelas, mediante la técnica del urdido. Es
decir, al asiento de la pieza, que es lo primero que se hace, se van añadiendo
trozos de barro que, con ambas manos, se van pegando al borde del mismo, y se
van estirando, y así, hasta el final.
Se han producido otras innovaciones, pero con lo
expuesto, creo que queda suficientemente claro la importante labor que se ha
venido desarrollando, el dar un gran impulso a una actividad que estaba en
decadencia, el mejorar la forma de trabajo, el conservar una tradición, y
adecuarla a los tiempos modernos, y conseguir la compatibilidad entre
tradición, progreso y rentabilidad.
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